"Señor, enséñame a mirar lento para poder ver"
A veces hay hechos de la vida que nospredisponene a estar más atentos a las cosas, que nos ayudan y enseñan a ver. Hacer ventanas en nuestra buhardilla me lo ha recordado. Tras decidirnos a hacer obras en casa y adecentar el piso e arriba, este fin de semana abríamos las ventanas. Coincidía que tenía un curso, viérnes, sábado y domingo. Así que cuando llegase a casa ya estaría hecho el cambio y así fue.
Cuánta alegría fue descubrirlas, asomarme tras ellas, contemplar desde nuevas perspectivas lo que hay fuera. En realidad creo que los marcos pueden ser de lo más interesantes. Que nos permiten fijarnos, sorprendernos y nos orientan a ver.
Además la luz parece siempre un milagro. Hace visible lo invisible (de hecho desconocía que las paredes del piso fueran amarillas)...
...¡¡¡Tengo Ventanas!!!! de veras me llena de alegría...
¿Pero porqué? Los pinos siguen estando al alcance de mi vista si salgo de la parcela. La vista es incluso más amplia sin referencias...y sin embargo todo se ve tan bonito desde la casa..(será afán posesivo al parcer así más mío???) No sé pero me encanta. Espero que no me acostumbre, que no deje de saber apreciarlo. El paso siguiente será poner suelo, hacer un bañito, un trastero y pintar...pero lo primero que se necesita siempre es la luz (que claro está viene del cielo y hace posible que lo demás resalte . Curioso, no?)