martes, 30 de marzo de 2010
Cuenta atrás
Aprovecho a escribir en el ordenador mientras veo por la ventana los coches que van llegando a la urbanización. En poco más de media hora será uno blanco el que frene al llegar hasta la puerta y salga Emilio con la ilusión de compartir unos días de descanso y algo más de tiempo juntos en casa.
Martes Santo y hoy me ha cundido más el día, o al menos esa sensación tengo yo. Porque ayer comencé con la limpieza de la casa y me lie ordenando papeles de tal modo que hice mucho menos de lo que me hubiese gustado. Así que me invadió una jaqueca de esas que me provoco yo misma con mis "rumiamientos de autoreproches" y, pese a estar de vacaciones, era como un lunes muy lunes. De todas formas, al final se remontó y aprendiendo de lo vivido me propuse que hoy iba a tener mucho mejor día.
He podido hacer la tarea que tenía atrasada de teología (un curso de formación que estamos recibiendo en el colegio)y me ha gustado encontrar (tal y como pedían) una canción no religiosa de la que poder sacar resonancias religiosas; también he podido diafrutar más de ver las nubes y como mueve el viento los árboles de la parcela, se me olvida lo que me gusta vivir aquí. He escrito algunos emailes a amigos y familia y he hablado con mi madre por teléfono. Mañana es su cumpleaños. Sé que le gustaría mucho que bajase a verla, pero por aquello de la operación salida no parece conveniente coger la carretera. Eso sí estaré pensando en ella.
La verdad es que si es verdad que madre no hay más que una, también lo es que (al menos la mía) "da para mucho". Porque cada vez que hablo con ella me sorprende con cosas nuevas que está haciendo (y siempre por los demás): que si en una ONG, que si visitando a enfermos, que si enseñando inglés por correspondencia...y eso sumado a las 1001 gestiones que siempre nos está haciendo a sus hijos. Es curioso, recuerdo como a medida que mi abuela se iba haciendo mayor le pedía a mi madre que le hiciese las gestiones, y ahora los hijos (que nos consideramos muy liados) se lo pedimos también. Total que entre unos y otros no la dejamos que le sobre el tiempo.
Que la quiermo muchísmo, siempre he admirado todo lo que hace, como pinta, como baila, como canta...pero sobretodo como Ama.
Otra cosa que me ha divertido es enviar un reto a mi hermanito pequeño por correo. Haciendo limpieza lo encontré y aunque es de hace más de una década tenía su gracia era el comeinzo de una disparatada historia que le envié para que me la continuase. Esta vez lo he hecho por correo a ver si se anima
(llega el coche blanco, luego sigo)
Ahora sí:
El relato decía: Comenzaba así:
...entré en el ascensor, allí estaba un hombre bañándose con traja de esquimal, peinándose con un espagueti y acompañado por un patito de chocolate que flotaba entre la espuma
me miró y sonriendo dulcemente me dijo: "fuera estúpido!"
Salí sobresaltado y me encontré en la selva tropical. Todo estaba lleno de árboles enanos y animalitos de azúcar, quise agarrar uno pero se deshizo entre mis dedos dejándolos pringados de una viscosa pasta verde
Como no salía de mi asombro, decidí cantar algo para tranquilizarme.
Antes de que recordase el comienzo del cumpleaños, precedido de un estruendo llegó un motero en vikini que me prohibió explícitamente entonar ninguna melodía, ya que el ruído podía perturbar aquel lugar...mientras se alejaba en aquel vehículo sin silenciador comenzaron a nevar ciruelas
Caían tantas que tuve que resguardarme bajo una enorme chincheta clavada allí en uno de los lugares más oscuros de la selva.
Cuando salí de la chincheta...
Hasta aquí el cuento, si a alguien se le ocurre continuar yo encantada de tener otras respuestas, podéis tomarlo como pasatiempo de estos días de descanso (Nota aclaratoria: lo escribí de niña, así que borracha no estaba, jejeje)
Tengo ganas de contaros un poco lo que es para mí la Semana Santa, a ver si me vuelvo a sentar en estos días. Aunque la experiencia de la Pascua, cristianos o no, la tenemos todos. Quien no ha experiementado el cariño y la aprobación de los demás (Ramos), compartido mesa con los suyos (Jueves Santo) y frente a esos momentos de unión y alegría ha atravesado después dolor, tristeza, decepción, pérdida, enfermedad... (Cruz). Pues como a diferencia del cuento propuesto a mi hermano, la Semana Santa Sí tiene final: LA PASCUA, la Resurrección, el sentido que tenía ese dolor, esa tristeza puede entenderse por fín a la Luz de algo mucho más grande que lo aclara todo (AMOR DE DIOS).
Pues eso muy muy resumido, que la VIDA es PASCUA y la PASCUA es VIDA.
y que si dejamos entrar en ella a DIOS
no puede haber mayor ALEGRÍA!!!!!!