martes, 2 de octubre de 2007

Amigos...qué regalo de la Vida.

A GUILLERMO (El del pañuelo en el bolsillo)
Señor jefazo (je,je) cuánta alegría ha supuesto para mi leer tu email y reconozco que sólo de pensar que entras en mi blog, me emociono, incluso me resulta un gran honor.

Para los que no fuerais al Menesiano, el colegio donde estudié los 13 años de primaria, secundaria, bup y el cou (Porque para los que acudisteis sobra toda explicación sobre Guillermo) Guillermo es uno de esos personajes únicos que caminan por la vida demostrándonos que no es requisito insalvable seguir los moldes del momento para tener éxito, es de aquellos que crean su propio conjunto de reglas para la Vida y las disfrutan, que no necesitan aplastar a nadie para subir porque es imposible hacerles sombra (y encima ni se acaban de creer todo lo buenos que son), es una de esas personas con la que el buen rato está garantizado, los reveses o ralladuras por malos entendidos no pueden darse y la sonrisa se te queda puesta para rato después de estar con él o leerle; porque mi amigo es un granEscritor (y que no se atreva a negarlo que tengo periódicos de colmenar, miles de cartas, su propio blog, constancia de sus memorias y otros tantos escritos que le avalan y acreditan).

Pero Guillermo además de artista es sobre todo un gran amigo, uno de los mejores. Por eso la tentación ha sido imposible de vencer y sentada como estaba frente al ordenador después de leer su email he necesitado dedicarle la entrada del día:

Y cómo no!! Qué corta se me queda una entrada de blog para decirle a todo el mundo que si tuviera que seleccionar momentos buenos de mi época de colegiala, el denominador común a la mayoría de ellos sería mi amigo Guillermo.




Sí, necesitaría páginas y páginas para hablaros de Guillermo y los innumerables recreos en la esquina del patio del colegio, charlando, riendo de todo tipo de cosas, siendo espectadores del resto de chicos del patio, de los que jugaban a deportes, las que se reunían a compartir secretos en círculo, a los que se podían gorronear bollos o a los que se peleaban ante nosotros.



De Guillermo en exposiciones de trabajos, exámenes de solfeo interrumpidos (porque a mi no se me ocurrió otra cosa que llamarle en mitad de su turno y como no le suspendieron por parar para contestarme), fotocopias perdidas pese a tus “amenacillas” –jeje, espero me hayas perdonado- clases de dibujo técnico cargadas de paciencia para las algo más lentas de aprendizaje, risas y más risas en intentos frustrados de carretilla en el gimnasio que nunca eran posibles aunque siempre divertidos, en clases de pronunciación de inglés comparando "Where" y "were" (sigo sin entender el matiz).



De Guillermo y tantas obras de teatro, tantos ensayos con Julián (La Plasmatoria fue para los dos de las mejores obras llevadas a cabo y Katiuska un bonito broche, no crees?)



De Guillermo en la excursión de 8º EGB retrocediendo, esperando y acompañándome cuando yo iba la última de la fila por que la bicicleta no es uno de mis fuertes.



De tantos veranos mirando a diario el buzón y alegrándome cuando recibía sus cartas (Pero qué “salao” has sido siempre), los catálogos personalizados de navidad…



De Guillermo y nuestras conversaciones de teléfono: Recuerdo que ya en 3º de BUP cuando dejé de asistir a clases por problemas de salud me llamaste, recuerdo llamadas posteriores estando en el hospital, recuerdo sacar fuerzas para decorarte una felicitación navideña,…mis cumpleaños, mi boda.



Recuerdo momentos y momentos y siempre estuviste ahí. Y ahora te encuentro también en Internet, en tu blog, en mi blog, en el correo electrónico dónde dices que parece que desee transmitir ganas de Vivir…¡¿pero cómo no voy a hacerlo, cuándo tengo gente como tú para compartirla, para disfrutarla, para leer la Vida con humor!!!



De veras -y esto va directamente para ti- siempre te admiré, siempre sentí orgullo de ser tu amiga y muy afortunada por conocerte. Hoy cuando termino la entrada deseo que te llegue un GRACIAS inmensísimo por lo que me has contado, por lo que hemos vivido, por ser un gran y estupendísimo amigo.

Gracias Guille, con cariño "ma-carmen"(que así me llamas, jejeje)