
Parece que la vuelta al cole también es para mí,
¡Quien me lo iba a decir!, A estas alturas de mi vida y tratando de mantener la calma, porque me han llamado para que mañana vaya al colegio a entrevistarme con la directora de primaria.
Eso sí, esta vez para ver cómo me comporto encima de la tarima y dando clase. (Jejeje, esto ayuda a recordar a todos mis profesores con más admiración y cariño).
Si todo sale bien, a finales de la mañana habré firmado el contrato. El lunes, D.m, para inaugurar septiembre como corresponde, me dirigiré a un colegio de Guadalajara dispuesta a convertirme en tutora de un grupo de 6º curso de primaria.
Como sabéis, llevaba un tiempo buscando trabajo y no he querido dejar pasar esta oportunidad. Estuve enviando curriculos vitae de psicopedagoga en Madrid y Guadalajara. En este colegio debieron recibirlo, y como había una vacante de maestra de primaria me la ofrecieron.
Claro que al principio me invadió el terror. Os reconozco que enseñar me impone bastante. Además aún no sé qué asignaturas me encargarán impartir y – como le comentaba en un mail a mi amigo Guillermo – mi entretenimiento es pensar qué mote me pondrán y cuestionarme qué tipo de maestra seré, pero no llego a visualizarlo todavía:
¿Demasiado dura?, ¿Demasiado blanda? ¿Demasiado irónica?,¿Demasiado gritona? ¿Demasiado loca? ¿???
En fín ...que si algo me queda claro es el “Demasiado Novata” pintado en la frente.
Tendré que asumir que durante este primer año, y probablemente durante algunos más, yo voy como los niños, para aprender. Aprender a enseñar y aprender a Aprehender de mis alumnos.
Para mí, que como estudiante durante los primeros años de la escuela no fui muy brillante que digamos, resulta un reto convertirme en maestra.
Ganas no me faltan.
¡Quien me lo iba a decir!, A estas alturas de mi vida y tratando de mantener la calma, porque me han llamado para que mañana vaya al colegio a entrevistarme con la directora de primaria.
Eso sí, esta vez para ver cómo me comporto encima de la tarima y dando clase. (Jejeje, esto ayuda a recordar a todos mis profesores con más admiración y cariño).
Si todo sale bien, a finales de la mañana habré firmado el contrato. El lunes, D.m, para inaugurar septiembre como corresponde, me dirigiré a un colegio de Guadalajara dispuesta a convertirme en tutora de un grupo de 6º curso de primaria.
Como sabéis, llevaba un tiempo buscando trabajo y no he querido dejar pasar esta oportunidad. Estuve enviando curriculos vitae de psicopedagoga en Madrid y Guadalajara. En este colegio debieron recibirlo, y como había una vacante de maestra de primaria me la ofrecieron.
Claro que al principio me invadió el terror. Os reconozco que enseñar me impone bastante. Además aún no sé qué asignaturas me encargarán impartir y – como le comentaba en un mail a mi amigo Guillermo – mi entretenimiento es pensar qué mote me pondrán y cuestionarme qué tipo de maestra seré, pero no llego a visualizarlo todavía:
¿Demasiado dura?, ¿Demasiado blanda? ¿Demasiado irónica?,¿Demasiado gritona? ¿Demasiado loca? ¿???
En fín ...que si algo me queda claro es el “Demasiado Novata” pintado en la frente.
Tendré que asumir que durante este primer año, y probablemente durante algunos más, yo voy como los niños, para aprender. Aprender a enseñar y aprender a Aprehender de mis alumnos.
Para mí, que como estudiante durante los primeros años de la escuela no fui muy brillante que digamos, resulta un reto convertirme en maestra.
Ganas no me faltan.
La enseñanza me parece un trabajo tan cansado como cautivador.
Educar, motivar, despertar el interés de los niños es una tarea realmente maravillosa.
Nada podría llenarme tanto de satisfacción, como llegar a influir –aunque sea discretamente- para que mis alumnos se enamoren más de la vida, del mundo, y se lancen sin miedo a desarrollar sus diferentes capacidades, sin límites autoimpuestos. Ayudarles a que puedan disfrutar de los logros, aprender de los errores y saborear cada paso del camino a recorrer durante su desarrollo (Vamos, que me conformo con poco, verdad?)
Me gustaría lograr que me atrapara la “pasión por enseñar” y mantenerla con esfuerzo e ilusión, para conseguir que crezca poco a poco o mucho a más, cada día.
...Para eso voy mañana, eso es lo que quiero firmar y a lo que me quiero comprometer.
Quizá no sea la maestra más rápida con los cálculos,
y seguramente tenga que llevar como amigo fiel un diccionario para no caer en faltas de “horrografía”,
También es más que probable, que en Geografía o Historia incluso varios de mis alumnos sepan más que yo..Pero no aspiro a competir en esas batallas, tengo otra particular más ambiciosa si cabe...
... Quiero darlo todo para llegar a ser la maestra que más ame su trabajo.
Trabajar, para aprender a querer a cada uno de mis alumnos tal y como son y están (incluso cuando me saquen de mis casillas),
Quererles, para no cansarme de luchar por descubrir en ellos la felicidad y el futuro que en el fondo ya les pertenecen, y con esa meta muy presente, dedicarme a Encontrar medios que ellos necesiten, guiándoles para alcanzarlos.
Me gustaría lograr que me atrapara la “pasión por enseñar” y mantenerla con esfuerzo e ilusión, para conseguir que crezca poco a poco o mucho a más, cada día.
...Para eso voy mañana, eso es lo que quiero firmar y a lo que me quiero comprometer.
Quizá no sea la maestra más rápida con los cálculos,
y seguramente tenga que llevar como amigo fiel un diccionario para no caer en faltas de “horrografía”,
También es más que probable, que en Geografía o Historia incluso varios de mis alumnos sepan más que yo..Pero no aspiro a competir en esas batallas, tengo otra particular más ambiciosa si cabe...
... Quiero darlo todo para llegar a ser la maestra que más ame su trabajo.
Trabajar, para aprender a querer a cada uno de mis alumnos tal y como son y están (incluso cuando me saquen de mis casillas),
Quererles, para no cansarme de luchar por descubrir en ellos la felicidad y el futuro que en el fondo ya les pertenecen, y con esa meta muy presente, dedicarme a Encontrar medios que ellos necesiten, guiándoles para alcanzarlos.
Os contaré más, seguro...
Hoy para terminar, dar gracias a todos,
primero a mi marido, que hace que cualquier cambio parezca fácil, que me prestó la “confianza” cuando la mía no alcanzaba para buscar trabajo.
Gracias a los que me enseñaron y con los que aprendí, a mis compañeros, amigos, maestros, profesores, que (con) vivieron conmigo durante la experiencia del colegio.
Especialmente a mi madre que es y ha sido un gran ejemplo de talento, creatividad, dedicación y esfuerzo como maestra, y a mi padre, que con su coherencia y testimonio me ha marcado el modelo de referencia donde reunir los verdaderos valores para educar: donde la Verdad, el Bien, el Respeto, la Dignidad y el Aprecio por otras culturas, se combinan en la disposición constante y la entrega sincera a otras personas.
Y Gracias Siempre a Dios,
que ahora me deja desde esta pequeña tarea, acercarme a los niños, participar de la vida que desbordan sus sonrisas, preguntas y trastadillas,
y permite que vuelque en ellos –como su maestra- algo de mis propios sueños...Gracias
"Por Ti echaré las redes" (lc 5, 1-11)