Pellas a los 25

De veras que no se puede bajar, ni a Guada ni a Madrid

Eso sí la urbanización está preciosa

Habrá que quedarse en casita

(Mientras Emilio trabajar con el ordenador)

Yo debía estar ahora dando matemáticas, pero para alegría de mis alumnos y alumnas cuando los Reyes Magos se marcharon decidieron dejarnos una buena dosis de nieve. Quizá querían que incluso los mayores nos animásemos a jugar y recuperásemos esa inocencia tansaludable a la que invitan los brochazos blancos sobre el paisaje.

El caso es que justo hoy Emilio y yo teníamos que ir tempranito a Guada, a la Consejería de Bienestar social (para zanjar temas de adopción), después el plan era cada uno a su faena a cerrar la semana, pero nada...imposible.

Cuando amanecí Emilio decía que estaba nevando y que ni siquiera se veía nuestra la piscina: "No vamos a poder ir a trabajar". Al principio creí que bromeaba, pero en él y a las 6 de la mañana ese fenómeno no es muy frecuente y menos sin desayunar. De todas formas cumplimos ritual: Gorro, guantes, radio puesta y al coche. Hasta ahí bien pero pasa el tiempo, seguimos dentro y somos varios los vecinos que nos acumulamos y pretendemos sinéxito avanzar de algún modo por las calles nevadas. Pero más de dos horas esperando bajar la cuestecita fue bastante disuasorio. De lo único que hay cada vez más posibilidades es de terminar enfriados... Eso sí el ambiente comenzaba a caldearse. Especialmente cuando a pesar de la cantidad de vecinos que había salido a recibir a la quita nieves y la observan hacer su trabajo, ésta considera que no podía manejarse " que no es por no quitar, pero quitar para na es tontería" y se marcha dando por sentado que con lo que seguía cayendo hoy no había nada que hacer.

La verdad es que los hechos no animaban, imaginaros: el otro coche del ayuntamiento que venía con la sal acabó fundiéndose de una manera poco delicada un vehículo aparcado por un vecino aventurero que no pudo terminar de bajar la cuesta. Otros coches estaban atravesados a medio camino, se acumulaban los partes fruto de los bailes improvisados por los coches que no respondían a los conductores...

Aunque lo que sí me resultó de lo más simpático fue ver como varios de los vecinos sacaban sus esquíes y en medio de ese cuadro empezaban a bajar y subir los desniveles. También se formaban pequeños corros de vecinos donde todos actuaban como si se conociesen de siempre y se ayudaban a limpiar la nieve que bloqueaba sus puertas y garajes. Y lo mejor fue mi propio ridículo: salimos de coche para unirnos a los corros de vecinos, Emilio no paraba de resbalarse delante de todos con tanta frecuencia que yo con toda esa "dulzura marital" que me caracteriza le empiezo a decir "Pero que te pasa, Eres el Hazmereir de la..." iba a decir urbanización, pero comoimagináis la frase terminó conmigo en el suelo que para diversión del personal me caí con culetazo incluído. (me viene de lujo por dar lecciones de decoro)

Así que no pudiendo hacer otra cosa: vuelta a casa.
Emilio a intentar trabajar por internet, aunque la luz también nos juega malas pasadas, y yo-como los medios actuales aún no me ofrecen la posibilidad de atacar a mis alumnos desde el ordenador-aparco las mates y este viernes me doy a la limpieza hogareña y los placeres culinarios, que algo calentito nos sentará bien.

Por mi parte espero que todos podáis disfrutar de lo entrañable de la nieve, y no os ocasione más trastorno del sobrellevable con humor. Por aquí -como acabo de oir al presidente- esperaremos que el tiempo mejore (desde luego es una opción), y a tirar de despensa y manta.

Mando fotos como me han pedido, además -quien sabe- quizá sirvan de prueba para justificar las "pellas colegiales" alos 25 y melibre de rellenar el parte de incidencias.