Escribo con sensación de que se ha producido otro "momento bisagra" en mi vida, no por la cantidad de cosas vividas sino por la intensidad de las mismas. Unas a otras se han ido sucediendo y hoy día de Santiago han tenido su momento "cruZcial". El resumen: GRACIAS y ADELANTE.
Lo primero, por orden de importancia es deciros que la operación de mi madre ha salido bien. Así que gracias a todos por el apoyo, las oraciones, el acompañamiento que hemos recibido de vosotros.
Allí estábamos el martes esperando, como un padre primerizo en un paritorio, a que el cirujano saliese de la sala y nos contara...Pedro había hecho 400 km sin apenas dormir para llegar de su campamento hasta el hospital, mi padre acompañó a mi madre y Pablo y yo salimos desde casa tras acudir en el barrio a la Eucaristía. Juan era el único que por estar trabajando se encontraba con nosotros pero en distinto lugar. Las noticias fueron buenas. En palabras del médico "les había hecho sudar tinta, pero se notó que había truco de oraciones porque estaba muy satisfecho con el resultado" (esto lo dijo al ver al Pedrete vestido de cura y los libros de oraciones en la habitación). Mamá se hizo esperar algo más de lo programado por los efectos de la anestesia, pero desde que entró en la habitación el corazón de todos nosotros se hizo uno sólo y más grande gracias a ella.
Hoy sábado sigue ingresada, acostadita aún y avanzando despacito pero es un ejemplo para todos. Una operación nunca es agradable pero me ha traído tantos regalos. La noche misma de la operación me quedé a dormir con mis hermanos. Cenar y compartir la noche los 4 juntos fue realmente especial, Emilio (como siempre) comprendió la situación y me dejó con ellos. Rezar laudes con Pablo, comer en el hospital con Pedro, charlar con Juan de sus gustos e inquietudes...me encantó. Pero sobretodo ver el Amor de mis padres en estos momentos, admirarlo... cuidar a quien me dio la vida y escuchar en el hospital los primeros llantos de niños que se unen a la vida ...son experiencias que no quiero olvidar. De verdad, es tan fácil palpar lo maravilloso de lo humano en las situaciones de dolor que es imposible que me surjan quejas ¡Si casi me brota dar gracias al Señor! Claro que mi perspectiva es fácil porque no me he llevado yo los puntos...
Por otra parte he cumplido otro de mis sueños, " formar a formadores, dando clase en la universidad" ¡Qué bien me lo pasé! A nivel académico he cumplido los objetivos del curso. He superado el proyecto de Investigación y me han concedido el DEA (lo que me permite presentar la tesis) y pude impartir un curso de Inteligencia Emocional sobre Resiliencia, tema que me apasiona. Ha sido una de esas experiencias que te hacen flotar mientras caminas de regreso a casa y saborear el día al acostarte.
Por otra parte el día de hoy. Tras una semana en el hospital Emilio decidió que nos "escaparamos al monasterio de Buenafuente a pasar el día". Allí disfrutamos de la naturaleza, compartimos un rato con los ancianos de la residencia, acudimos a las charlas del sacerdote que es el alma del lugar, que llegó allí hace 40 años cuando acababa de cantar misa y el monasterio iba a cerrarse y se empeñó con gran éxito en reflotarlo. Coincidimos con la directora de mi colegio que nos enseñó el lugar con ternura y detalle y celebramos la fiesta de Santiago en la Eucaristía que ha sido la comunión más hermosa de mi vida, desde lo qeu yo recuerdo.
¿Se puede pedir más a la Vida?
Ver el final y el principio de la Vida, y todos los matices inundados del amor de la gente me hace sentir y decubrirme feliz una vez más