viernes, 2 de mayo de 2008

25


Hoy es mi 25 cumpleaños amanezco en la montaña, en Chiloeches, entre pinos y el sonido del agua, (puesto que ayer Emilio y yo decidimos inagurar con mayo la piscina...)

Me siento bien y como si pudiese escuchar a todos los que (os) quiero diciéndome “feliz cumpleaños” sonrío. Me encanta ver cómo brilla el sol esta mañana de viernes tan festiva para todos... a mi lado alguien me está cantando el happy birthday con tanto cariño como sueño. (Como le escuchase Risto...Jejeje)

Me alegra pensar en todas las personas que en este pequeño trayecto de mi vida me he cruzado, eso ha sido sin duda lo mejor. Ése es mi tesoro y ese es mi primer pensamiento cuando despierto. Gracias porque “mi yo” es un resumen alegre y agradecido de todos vosotros, como un cuaderno de dedicatorias y firmas donde presentes y con muchos colores, habéis ido dejando huellas...

Como si de una espiral de sentimientos se tratase he avanzado durante estos años, por la vida, a veces con alegría otras con también con tristeza, resbalando y levantándome con frecuencia, perdiendo y recuperando los rumbos, riendo, llorando...creciendo...sin dejar de ser lo que soy pero a la vez, cambiando, conociéndome y sorprendiéndome no pocas veces ¡Cuántos y diferentes momentos! En el barrio, en mi casa, en el colegio...en la universidad, en Cádiz, en Zaragoza, en los hospitales, en los viajes, en los paseos, sola, rodeada, en tantos reencuentros...
¿Con qué quedarme? Sin duda con lo que aprendí de todos ellos...

Me he dado cuenta de que Dios y yo no llevamos el reloj sincronizado, pero que sin duda es Él quien lo lleva correcto,
Que todo lo que he vivido es bueno..aunque doliera, aunque a veces tardase en entenderlo, aunque en algunos temas todavía esté en ello,
Que no es tanto lo que me falta sino las cosas que me sobran lo que no me deja avanzar más deprisa hacia lo que deseo,

Que lo afectivo es efectivo, siempre y en todo momento,

Que nada me hace más feliz que tras abrir una puerta encontrarme una sonrisa,
O ver vuestros mensajes, o leer como os va a través del correo,

Que me gusta más aún el aroma a café cuando sé que va a ser compartido,
Y que adoro poder confesaros sin miedo que os quiero.

Que mi vida sin colar a Dios en ella yo no la entendería,
Que me equivoco mucho, pero por supuesto lo intento...

Que sé que me perdonáis siempre mis silencios, mis no llamadas, mis “no puedo quedar...ya te llamo yo ”... lo siento!!!

Que a nivel personal “soy más asilvestrada de lo que pensaba” (Pues aprendí que si me pongo rimel no lloro a gusto y que si opto por tacones no puedo jugar con los pequeños ni salir a correr por el césped, ni caminar por vicio cuánto yo quiero. Que hice bien en cortame yo misma el pelo, hacer mi ropa, catar de mi propio huerto...que me gusta echarme sobre la tierra y perder el tiempo, que ella y sus ritmos me mezcan y me calmen mientras en medio del campo me duermo, o poder salir al porche y abandonarme a mi misma al son de los grillos en cualquier momento).

Que de las tareas encomendadas, según entiendo:

El árbol plantado está: un ciruelo en mi jardín llenos de brotes, de pequeños frutos que día a día me acompañan,

El libro algo abandonado, pero con sus principios claros: su títuo, su índice, prólogo y algunos capítulos terminados,

y El niño...ese Emi y yo lo tenemos muy soñado, en Colombia, en Madrid...no lo sabemos pero os aseguro que ya es deseado.


Pero también he comprendido que no estaré aquí mucho tiempo,
y que si no completo esas tareas no seré menos, ni me querréis todos vosotros menos por ello,

y es justo eso lo que hace que al cumplir veinticinco me sienta tan profundamente feliz por entenderlo.