miércoles, 1 de abril de 2009

LA BARBACOA
(La apuesta que no pudo ser).



Por el Mapa, urbanización de Chiloeches Guadalajara, seguimos de obras. Pasa el tiempo y se va sobreviviendo mientras la buhardilla comienza a tomar forma. Además de azulejos, cajas y polvo, la obra nos ha traído como regalo la convivencia con mis suegros. Es un cambio de nuestra dinámica de vida, pero muy agradable. De veras que ha sido un enriquecimiento bárbaro: llegar a casa y que te abran la puerta, (normalmente no hay nadie, claro), salir a pasear y escuchar batallas de la mili (en mi familia nadie me había contado ninguna), aprender a jugar al tute (reconozco que al principio me resistía, pero al final caí en la tentación de que me enseñasen), poder cocinar para ellos...Además por mi parte he conseguido que mi suegra utilice el lavavajilllas, compruebe como echando menos levadura el bizcocho sube más y que mi suegro se aficione a la salsa de soja...jejeje. La verdad, es que aunque lo que más deseo son niños, lo de los suegros también llena de alegría la casa y por otra parte Emi tiene asociados para ver el fútbol o comentar los programas de cotilleo televisivo.


Lo de la apuesta es que según los obreros afirmaban la obra estaría para antes de Semana Santa. Emilio lo veía bastante complicado y ellos seguían insitiendo que sí la tendrían terminada para este viernes. Entonces Emilio, que para eso es único, le dijo al jefe de los obreros y albañiles. El Viernes voy a hacer lo siguiente, doy una chuletada en casa para vosotros, si la obra está terminada la pago yo, si no la pagas tú. Él aceptó la apuesta y el incentivo se notó.He estado intrigada hasta que ya hemos comenzado la semana y veo que no estará a tiempo. En fín, creo que Emilio no les hará pagar la chuletada y la pospondrá. Con todo espero no se alarguen mucho.



En el cole, puestas las notas y recibiendo padres a diario. Estamos en el último trimestre y toca apretar. mañana el obispo de Guadalajara acude al colegio y he sido seleccionada para el grupo de profesores que estarán con él. los niños me han preguntado si vendrá vestido de Obispo, la verdad es que yo me planteaba lo mismo. Supongo que sí. He visto una fotografía suya y parece serio, pero ya os diré.

Como particularidad, hoy tuvimos la revisión médica obligatoria. A mí no me incomodan los médicos, ni los pinchazo, sin embargo lo que no me ha gustado nunca es lo de los botecitos de orina que hay que llevar en el bolso y entregar, y allí todos en fila cargando nuestros pises... de veras que lo suprimiría. Por lo demás como gracias a Dios la salud mental no la evalúan, me han comentado que todo bien. A excepción (siempre hay peros) de que estoy cegata, vamos que por un ojo no veo nada y me queda un 20 % de visión. Siempre lo he tenido vago, pero como de niña lo de llevar parche no me convenció, ahora me toca agudizar el derecho, que sí funciona bien e intentar no abandonar a su pareja. Para Semana Santa, claro está, nos quedamos. Nos uniremos a celebraciones del colegio y aprovecharé para finiquitar el documento de investigación del doctorado.