martes, 23 de noviembre de 2010

Es Para ti



Esta última entrada es para ti,
escribo pensando en todos los que cada tanto accedéis a esta pequeña ventana de lo que soy, de lo que siento,a los que desde hace tiempo seguís el blog, pero al mismo tiempo, me vais a permitir que hoy me dirija en especial a una "valiente". Alguien a la que hoy en la mañana no esperaba ver y se me dio la sorpresa de encontrar. Por eso en esta entrada le escribo a ella, te escribo a ti:amiga mía maestra y hermana.


Desde que en la mañana coincidimos deseaba terminar mi jornada y poderte escribir, necesitaba darte las gracias porque te admiro, porque cada vez que estoy contigo aprendo...Son tantos los detalles que es difícil elegir uno, pero recuerdo muy a menudo cómo me ayudaste a descubrir de nuevo el cielo y las estrellas; como me invitaste a mí y a tantos pequeños a pensar en Quién habría detrás de todo aquello. Cómo me animabas detrás del teléfono, cómo me acogiste y acoges en cada encuentro y porque me gusta darte las gracias, ya que tú nunca vendrás a buscarlas pues para eso seguro que no sacas tiempo, no así en lo demás; siempre en una lucha, siempre en un proyecto, caminando, avanzando...en crecimiento.

Esta mañana me has contado cómo la vida te sigue pidiendo aún más, te sube el listón, te reta para probar. Veo que el dolor llama a tu puerta y llega de nuevo la dificultad. Siento que está claro que te toca batallar, pero sobretodo Creo que esto no te va a parar y que tú lo vas a lograr transformar.

¡Valiente!, de nuevo te digo. Por compartir hasta el miedo, por ofrecer lo que cada instante te va trayendo, por ser capaz de esperar, de parar, de recomenzar.
Sé que entras hoy por vez primera a mi blog, si te fijas se llama "salir adelante" y que una entrada sea para ti lo llena aún más de sentido, pues me sé que sin duda lo harás y lo harás muy bien.

A ti que te gustan las anécdotas, los pequeños cuentos deseaba contarte uno que me llegó y hablaba de la ostra. En él se contaba como una ostra que no ha sido herida no puede producir perlas. Cuando a una ostra le llega un elemento externo dañino (un grano de arena, un prásito, una substancia tóxica) empieza a defenderse, genera una substancia lustrosa, el nácar, y las celulas de nacar comienzan a trabajar y cubren con capas y capas de nacar aquello que causó el dolor.
Como resultado se va formando lo que terminará siendo una perla.
por tanto, las perlas comenzaron como producto del dolor, y terminaron como obra de arte, como verdadero tesoro.

Cuando te escuchaba pensaba en ello, en que ibas a buscarte la manera de aprovechar lo que te está ocurriendo en este momento para descubrir nuevos rumbos que te lleven al verdadero Tesoro, y ¿No lo hiciste así siempre? Sí, me consta que sí y por eso cada paso que has dado ya hacia tú verdadero tesoro, ha dejado en tí esa luz, te ha hecho parte de Él y de algún modo tú misma te vas haciendo aún más destigo de ese tesoro para los demás




Cuídate mucho, mímate más.
Como quedamos nos iremos hablando, seguiremos compartiendo, seguiremos orando. Tú en tus luchas batallando, sabiendo que sólo cambia el escenario, ni tus fuerzas ni la meta ni la fuente de la que te irás alimentando. Así que yo te sigo, que te animo a que me ayudes para seguir -como dice el Evangelio- trabajando con tranquilidad para ganarnos el PAN.

Que Dios te bediga!