jueves, 22 de diciembre de 2011



Quedan dos días para Nochebuena.
En el salón un modesto Nacimiento me recuerda que el Niño llega.
Es sencillo pero está lleno de amor.
Las figuritas me las prestaron mis padres y están hechas por una mujer de gran corazón en señal de gratitud hacia ellos. El angelito me lo regaló un alumno del colegio, justo uno de los que se llamarían "conflictivos", pero que reconozco que a mí me enternece muchísimo y que cuando le vi sacar de la mochila ese "regalito" para mí...me emocioné. Por último hay tres velitas con las iniciales A, E, M. Están hechas por nuestra vecinita de 8 años de edad. Ella misma las puso en una bandejita forrada de papel de alumnio. Lo hizo a modo de recibimiento para los tres pequeños que, si Dios quiere, estarán con nosotros a principios del nuevo 2012.

Por eso, viendo su conjunto. Me quedo junto al portal. La sencillez y la humildad que recogen cada una de las figuras y el amor y la entrega de los que tanto nos quieren es el mejor hogar para que nazca el Niño.

Gracias a ellos (¡A ti!) entiendo mejor la Navidad.

Mañana marcharé al colegio. Comienzan las vacaciones y yo cierro una etapa.

Cuando regrese será ya primavera y mi vida habrá dado un gran vuelco. Es una sensación curiosa, no puedo explicar.

Por un lado uno hace balance de estos cuatro años pasados en el centro, de lo que deseaba aportar y de lo que luego me ha quedado, (que no es nada de lo que hiciese yo). Recuerdo gestos, detalles, sonrisas, miradas...y especialmente agradezco todo lo que supone encontrarme con cada una de las personas que me cruzo a lo largo del día. Por otro lado me es imposible proyectar que será de mí allí cuando regrese, quién seré yo o cómo actuaré. Tengo la sensación de que muchas cosas variarán. Sólo espero no modificar lo principal. Saber siempre que cada vida es un misterio y aspirar a Amar lo que hago, y cuando no me sea posible hacer las cosas por amor.

No me quiero alargar. Sí desearos una MUY FELIZ NAVIDAD!! Que descubráis algo nuevo en esta NAVIDAD, todos nacemos un poco cada año.
Que abracéis mucho a los que están, y oréis por los que se nos han adelantado ya.

Desde aquí mi agradecimiento a todos.
Soy una mujer feliz. Pero no he hecho nada para merecerlo. Todo me fue dado.

Sigo con muchos puntos míos a trabajar, he de seguir cambiando, creciendo, encogiendo en otros aspectos...pidiendo perdón, levantándome, reconociendo que me equivoqué...
pero nada de ello me impide decir GRACIAS por ser parte de mi FELICIDAD.

Que Dios os bendiga a todos.
Cuidaros mucho,
NUNCA estáis solos.

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